Podríamos imaginar que: Si estuviéramos en neuroanatomía diríamos que entre el extremo del sistema límbico y la amígdala intracraneal (para no confundirla con otras) se encuentran unos corpúsculos llamados "creatividad" y "empatía", y parece que hay una estructura entre ellos que se denomina “locus humureulus”, afirman ser responsable del buen o mal humor de la persona.
La verdad es que el buen humor nace de un pensamiento alternativo, en general optimista que busca lo que los demás todavía no han visto, pero que se expresa con la armonía de la empatía o preocupación por entender o hacer disfrutar al otro.
Imaginando: Cuando el “Locus humureulus” se activa por descargas de creatividad y empatía se producen endorfinas, y otras hormonas que reaniman el corazón, movilizan cientos de músculos faciales y transforman el estado anímico de la persona, quizá como decían los antiguos se liberan los humores o líquidos elementos del organismo que metamorfosean al individuo con buen humor.
Pero eso no es imaginación. La neuroeconomía estudia estas relaciones.¡Prueben Uds!.
Si durante una mañana tiene 2 reuniones procure experimentar en una ir con buen humor, y a la otra con mal humor. Es excepcional, casi un milagro, las cosas irán de diferente manera, ¡seguro!.
Cuando uno asiste a una reunión, un encuentro,... con mala cara, mala predisposición parece que el famoso “locus” se desactiva y no permite la metamorfosis del asistente, y eso lo detectan los demás provocando así mismo una reacción en cadena, como si fuera una subpartícula atómica influyendo en otra muy cercana. Incuestionable, en esa reunión habrá más tensión, menos creatividad pues está desactivada, y en definitiva la probabilidad de que se generen innovaciones útiles para el cliente será muy difícil.
Al contrario, asista Ud a un a reunión en positivo, generando optimismo, inmediatamente la creatividad, la empatía, y en definitiva el “humor” se libera y se convierte en comunicación favorecedora de innovación. ¡Prueben!
Y si no se lo creen lean un libro fresco e intelectualmente generador de optimismo y buen humor como es “Funny Pop” del autor Enrique de Mora.
Para mi, el humor, la positividad y el optimismo son elementos, incluso competencias a detectar en el estado de una organización pues son catalizadores del desarrollo de talentos innovadores y colaborativos. Entre los Talent Key Tags (TKT), el humor influye directamente en el Índice ACc o indicador de confianza y compromiso de la organización.
En breve, se publicará la fórmula relacional con los TKT clave para elevar la fórmula del talento en una organización y con los que gestionar el Talent ScoreBoard o cuadro de mandos del talento.
¡Tengan buen humor!, es como decir, ¡buena suerte ¡.
La verdad es que el buen humor nace de un pensamiento alternativo, en general optimista que busca lo que los demás todavía no han visto, pero que se expresa con la armonía de la empatía o preocupación por entender o hacer disfrutar al otro.
Imaginando: Cuando el “Locus humureulus” se activa por descargas de creatividad y empatía se producen endorfinas, y otras hormonas que reaniman el corazón, movilizan cientos de músculos faciales y transforman el estado anímico de la persona, quizá como decían los antiguos se liberan los humores o líquidos elementos del organismo que metamorfosean al individuo con buen humor.
Pero eso no es imaginación. La neuroeconomía estudia estas relaciones.¡Prueben Uds!.
Si durante una mañana tiene 2 reuniones procure experimentar en una ir con buen humor, y a la otra con mal humor. Es excepcional, casi un milagro, las cosas irán de diferente manera, ¡seguro!.
Cuando uno asiste a una reunión, un encuentro,... con mala cara, mala predisposición parece que el famoso “locus” se desactiva y no permite la metamorfosis del asistente, y eso lo detectan los demás provocando así mismo una reacción en cadena, como si fuera una subpartícula atómica influyendo en otra muy cercana. Incuestionable, en esa reunión habrá más tensión, menos creatividad pues está desactivada, y en definitiva la probabilidad de que se generen innovaciones útiles para el cliente será muy difícil.
Al contrario, asista Ud a un a reunión en positivo, generando optimismo, inmediatamente la creatividad, la empatía, y en definitiva el “humor” se libera y se convierte en comunicación favorecedora de innovación. ¡Prueben!
Y si no se lo creen lean un libro fresco e intelectualmente generador de optimismo y buen humor como es “Funny Pop” del autor Enrique de Mora.
Para mi, el humor, la positividad y el optimismo son elementos, incluso competencias a detectar en el estado de una organización pues son catalizadores del desarrollo de talentos innovadores y colaborativos. Entre los Talent Key Tags (TKT), el humor influye directamente en el Índice ACc o indicador de confianza y compromiso de la organización.
En breve, se publicará la fórmula relacional con los TKT clave para elevar la fórmula del talento en una organización y con los que gestionar el Talent ScoreBoard o cuadro de mandos del talento.
¡Tengan buen humor!, es como decir, ¡buena suerte ¡.
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