2.5.12

¿Te motivas, motivas, te motivan?


¿Te motivas, 
o te motivan?

¡Apasionante!, este es un tema de gran importancia, siempre abandonado a su suerte, sin medidas, sin gestión, … y sin embargo lo mueve todo. La motivación, es una palabra cuyo origen etimológico puede ayudarnos a entender mejor su significado. Viene del latín motivus, es decir, “causa del movimiento”. 

Por tanto, hablar de motivación refiere a las causas que nos mueven, nos impulsan, nos dan energía para alcanzar los retos. El otro día estaba en una reunión, todos muy sabios, y se preguntó si se motiva cada persona sola o se puede motivar, y como es costumbre se oyeron las dos versiones, lo que me invitó a analizar mejor el asunto, ¿me acompañas?.

Muchas veces y en el entorno actual se oye, que cada cual debe motivarse. Hoy en día los trabajadores deben traer al puesto de trabajo todo, sus conocimientos, sus habilidades, su motivación pues cada uno es en buena medida responsable de su evolución. Es cierto, casi todo depende de cada uno. Desde esta perspectiva cada cual debe buscar las razones que le impulsan, le motivan. En realidad, estamos tratando un tema íntimo, personal que mueve "mi propio corazón e intelecto". Por todo ello, parece que la aportación personal es decisiva y clave en la gestión personal de tus motivaciones. Pero, que nadie se quede tranquilo, especialmente los directivos que quieren ser líderes, pues la motivación también depende del exterior. Hace años F. Herzberg ya planteó sus factores de higiene que desde el exterior pueden influir en la desmotivación. ¡Allí va eso!, ayudar por lo menos a no desmotivar.

Analízate a ti mismo, cuantas veces te sientes motivado contigo mismo por tus objetivos, y cuántas veces estos tienen una clara vinculación con los demás o el entorno, con otros aspectos que no son tu mismo, creo que reconocer el balance nos ayuda a entender que lo que nos mueve “somos nosotros en un entorno”, hemos aprendido mucho sobre la influencia del entorno con Landes y R. Florida.

Si investigamos la bibliografía nos encontramos con multitud de teorías sobre la motivación pero en realidad todas se aproximan en su esencia. A. Maslow en los 50, empezó a crear las bases para entender que existen elementos que provocan motivación y además les dio una categoría a cada uno, desde los básicos a los más sofisticados que influyen en la auto-realización, su pirámide con 5 niveles es famoso. Otros autores, como Clayton Alderfer agrupando criterios diseñó un esquema con sólo 3 niveles de causas que influyen en la motivación y hay otros muchos modelos.

Dejemos las teorías y pensemos en nosotros mismos. La verdad, cuando recibo el e-mail de mi banco diciendo que he cobrado, me produce un cierta alegría y me siento con fuerzas renovadas en mi motivación. Dado que esta fuerza viene desde fuera podríamos llamarla motivación extrínseca

Sin embargo, esto ocurre sólo una vez al mes. ¿Qué hacemos los demás días para motivarnos, para ir al trabajo en condiciones y poner nuestros talentos en conjunción, crear oportunidades, ideas y realizar las tareas precisas para que se obtengan los retos planteados?. 

Si nos observamos bien, podemos reconocer que estamos vinculados a un proyecto profesional en el que no queremos fallar, al contrario nos movemos para obtener prestigio en nuestra labor, sea cual fuere. Hay por tanto razones profesionales, internas que nos mueven al hacer bien nuestro trabajo. A este tipo de motivación la llamaremos motivación intrínseca. Nosotros mismos sabemos que lo hacemos bien, y por ello nos sentimos buenos profesionales, pues alcanzamos nuestros retos.

Cuando preguntas en un entorno de empresa a un grupo de profesionales ¿qué les motiva?, siempre dicen lo mismo, el dinero. Si sigues preguntando para que quieren el dinero, entonces empiezas a descubrir razones que son más elevadas, por ejemplo, quiero que mis hijos estén bien preparados, tengo que cuidar a mis padres, me gustaría que mi familia tuviera ….

Amigos, el mundo actual no nos concede tiempo para descubrir que nos movemos también por temas más sociales, para los demás, mis hijos, mi familia, mi comunidad,… son motivaciones que trascienden a uno mismo. Podemos llamar a esta fuerza motivación trascendente (Pérez - López 1987; 1991).

Estamos en el punto de empezar a entender mejor el concepto de la motivación pues comprendemos que existen varios vectores que la configuran. Por una parte, los tipos de motivación, y por la naturaleza de la influencia interna/externa. Resumiendo existen diferentes tipos de motivaciones, extrínseca, intrínseca y trascendente. Y no podemos negar que aunque todo depende de uno mismo, el entorno tiene un poderoso efecto.  Veámoslo. 

La motivación extrínseca depende de tu contrato (de Ti) y tu empresa, ofrecer un salario adecuado, unos incentivos bien planteados, premios alcanzables, en el momento oportuno y de manera coherente (me refiero a que se premian los esfuerzos y aportaciones de manera proporcional a la contribución de valor, no según criterios indefinidos o ilógicos) dependen no sólo de uno mismo. F. Herzberg (1968) diría en este punto que si no se hace bien lo que causaríamos es desmotivación, yo creo que se puede ser pro-activo pudiendo incluso motivar. 

Pensemos en la motivación intrínseca. Haces un buen trabajo, resuelves un problema y te sientes motivado. Pero muchas veces, los logros no son tan claros y sin embargo, hay detrás un esfuerzo y un trabajo inteligente y bien hecho, aquí es dónde nace una fuerza poderosa que influye en esta motivación, es el reconocimiento que un líder hace a un colaborador cuando éste ha contribuido adecuadamente (vector externo).

Por último, cuando ves que tus hijos obtienen sus logros, cuando observas que tu equipo de trabajo alcanza su objetivo, incluso cuando alguien te da una sonrisa porque le has ayudado, en estos momentos la inmensa fuerza de la motivación trascendente obtiene su premio.

Por tanto, si alguien te dice, “cada uno tiene que motivarse”, dile que si, pero en tu fuero interno sabes que muchos elementos de estas motivaciones tienen su vectores externos. Si el que te lo dice es tu jefe, ¡ojo!, recuérdale que él puede influir. Si alguien te explica que toda la motivación depende de los demás, dile que si, pero en tu pensamiento sabes que el motivus que diría un experto en latín, está en tu interior, si es amigo explícaselo.

¿Qué hacemos?

En términos personales, piensa en qué motivaciones intrínsecas, extrínsecas y trascendentes te mueven, y desarróllalas porque esto depende de Ti.

Si eres directivo, tienes un equipo, entonces no olvides que el liderazgo es una relación que basada en la confianza busca el compromiso de un logro, es decir, motivas, motivas y motivas para que la sincronización de los talentos conduzcan a la consecución del reto, quizá el talento más importante del líder sea este.

Desde la perspectiva empresarial y corporativa, si tienes profesionales a tu cargo sabes que su motivación intrínseca será la fuerza que les moverá, pero muchas veces a estas fuerzas individuales y dispersas, quizá incluso egoístas, les falta el sentido, el para qué, una misión. Si en una organización existe un para qué hacemos lo que hacemos, entonces surge una sincronización de motivaciones trascendentes, nace un sentido de unidad que genera espacios de creatividad, innovación y crecimiento poderosos en el corto y medio.


Asi pues, propongo el modelo de vectores en varias dimensiones para entender la motivación. Por una parte, en el "eje x", tenemos la motivación intrínseca, en "y" los tipos de motivación extrínseca, y el eje "z" la trascendente. La conjunción determina el "vector resultante = motivación" que moverá junto a la autoestima, la voluntad para alcanzar el objetivo. 


¿Cuál es tu responsabilidad?, en ¿qué vector puedes influir?.
De verdad, Tu trabaja tus motivaciones, pero si tienes un equipo sé proactivo y colabora en mover a tus colaboradores. El entorno influye, impacta de manera muy activa, casi al igual que tu propia fuerza interior.

¿Te motivas, te motivan, o puedes motivar?.
 

Eudald Parera

2 comentarios:

  1. Hola Eudald,
    Podemos influir en los tres vectores, por un debo estar yo motivado para traccionar a mi equipo siendo un referente ( algo más que un lider) tengo que ser capaz de predisponer a mi equipo hacia la motivación y además debo ser capaz de activar los resortes motivacionales de mi equipo.( Habilidad para motiva).

    Cuando cojo una una galleta y hago saltar a mi perro quien está motivado yo o mi perro.

    Apasionante tema que nos llevaría a un amplio debate.

    David Galve

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  2. Hola,
    Cuando cojo una galleta y hago saltar a mi perro, es porque tengo muy detectadas sus necesidades o simplemente hago aflorar dichas necesidades y disfruto, viéndolo disfurtar..

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