Incertidumbre, sus variables y nuestras responsablidades como personas y líderes.
Efectivamente,
en la actualidad vivimos en un entorno que se caracteriza por la
volatilidad, la incertidumbre, la complejidad y la ambigüedad, su
acrónimo es VUCA.
De
entre estas características la incertidumbre impacta muy
directamente en lo que sentimos, en las emociones, pues representa falta de seguridad y confianza, por tanto erosiona
nuestras necesidades como personas.
La
incertidumbre no sólo se desarrolla por la falta de información,
sino también en la excesiva abundancia de esta, en general, dentro
de unos márgenes, no es la cantidad la culpable, sino la falta
de claridad, coherencia, consistencia o credibilidad las principales
desencadenantes de la generación de la desconfianza y miedos que la
acompañan.
¿Qué
podemos hacer nosotros mismos?, ¿cómo pueden manejar los líderes
sociales, políticos y empresariales esta situación? ¿qué papel
tienen las empresas, la sociedad, las instituciones?
Antes
que nada nos falta una pregunta, ¿se puede evitar?, ¿debemos
aprender a convivir con la incertidumbre?.
Para
responder necesitamos ir por partes. Veamos un esquema:
Información
mínima y cierta> claridad> coherencia> consistencia> credibilidad> incertidumbre y miedo
Primero
hay que cumplir con unos mínimos de información, de comunicación asertiva.
Pero si la falta de claridad, coherencia, consistencia o credibilidad causan incertidumbre y ésta genera miedo habrá que analizar cada factor o elemento de la ecuación para entender si podemos o no gestionarlo nosotros u otros.
(Ver Incertidumbre y liderazgo II)
Eudald Parera
Pero si la falta de claridad, coherencia, consistencia o credibilidad causan incertidumbre y ésta genera miedo habrá que analizar cada factor o elemento de la ecuación para entender si podemos o no gestionarlo nosotros u otros.
(Ver Incertidumbre y liderazgo II)
Eudald Parera
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