Desigualdad por ductilidad: Existe pues otra forma de plantearlo, la desigualdad gestionable vs la desigualdad inevitable (en principio aparente).
Desigualdad por grado: Muchas veces tengo la sensación que no debería preocuparnos la desigualdad excepto si esta es dañina para el que la padece. Es como que pudiéramos construir un grado, un diferencial de desigualdad (por ejemplo el índice GINI), que es necesario medirlo para visibilizar la brecha de la herida
Desigualdad por principios: Pero si entendemos que la desigualdad no es sólo una cuestión de billetera. Las desigualdades marcan tu barrio (existen estudios sobre la diferencia de la salud de los ciudadanos en un bario u otro), tu salud (tienes o no acceso a soluciones terapéuticas), tu educación (que posicionará tu prestigio y probablemente puesto de trabajo), en definitiva tu identidad, tu autoestima, tu papel en la vida. Es por tanto un tema ético. Afecta e impacta en nuestro humanismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario