Impacto de la IA en la
Democracia y el progreso económico Empresarial
Primera reflexión. Las
empresas conviven en un contexto social, político y económico que les influye,
es por ello que merece un momento de atención la relación Empresa & Democracia.
Hay varios estudios y datos
que sugieren una relación positiva entre la democracia y el progreso
empresarial.
Qué mejor que una
información cuantitativa. Las publicaciones "The Global
Competitiveness Report" del Foro Económico Mundial,
el "Index of Economic Freedom" del Heritage Foundation, "Index of Democracy de Wall Street Journal, el "Corruption Perceptions Index" de
Transparency International y otros estudios académicos, refuerzan la idea de
que la democracia tiene un impacto positivo en el crecimiento económico y
empresarial.
Se explica en base a que las
democracias estables, con instituciones fuertes, un alto grado de
transparencia, responsabilidad, que respetan los derechos de propiedad, con
bajos niveles de corrupción muestran una correlación positiva entre democracia
y crecimiento económico y desarrollo empresarial.
Podríamos cuestionarnos si
los sistemas autoritarios son más eficientes. Algunos estudios, en referencia a
algunos sectores (minería, gas y petróleo), confirman que la estabilidad en
estos entornos puede ser buena, pero no para todos los sectores, ni empresas. El
estudio del Banco Mundial "The Impact of Political Regimes on Firm
Performance: Evidence from Developing Countries", encontró que las
empresas estatales en países autoritarios tienden a ser menos eficientes, menos
innovadoras con peores resultados de productividad y rentabilidad que las
empresas privadas en países democráticos. Existe también relación positiva con el
emprendimiento, la creatividad y la innovación publicada en "Democracy and
Entrepreneurship" de la Universidad de Aarhus Dinamarca, que se benefician
de entornos abiertos, democráticos y con libertad.
Parece que para los tiempos
que vienen, dónde la innovación será el crisol del progreso, las democracias
son lo que nos conviene.
Además, de los resultados
cuantitativos, está la decisión basada en valores, por la que las personas, las
sociedades quieren crecer, progresar, y ser más libres en democracias
consolidadas.
Segunda reflexión. Dicho
esto, conviene reflexionar sobre el impacto de la IA en la democracia.
Aunque los riesgos que la
concentración de poder en las empresas que controlan los distintos tipos de IA,
los peligrosos sistemas autónomos, la manga ancha que los organismos militares
disponen, quedan resquicios y ventanas que abrir a la esperanza, pero hay que
trabajar en esos puntos, y en promover una fuerte innovación social y política.
Innovar, se ha convertido en el agua de vida de las empresas
y, ¿por qué no en la política y la democracia?
Es un desafío importante. En el ámbito político, la
resistencia del status quo, el deep state, la pesada industria política y
administrativa y el estancamiento de los políticos y políticas en un viejo
sistema en el que sólo se escuchan las necesidades, si no se manipulan, cada cuatro
años hace que todo esté muy oxidado y difícil de movilizar, pero no imposible.
La tecnología IA, como todas las herramientas que nos
han permitido progresar, puede traer propuestas que permitan avanzar. ¡Hay que
ponerlas en marcha, nada fácil!
¿Como la IA puede aportar beneficios a la democracia?
·
La tecnología IA puede utilizarse para mejorar la
participación ciudadana en el proceso democrático en cantidad y en calidad.
Esto podría incluir mecanismos de democracia directa, como referéndums (derecho
fundamental para dar la voz a la ciudadanía a temas cruciales) y plebiscitos, o
formas más deliberativas de participación, como asambleas ciudadanas o jurados
ciudadanos. La IA puede analizar grandes cantidades
de datos y presentar información objetiva y fácilmente comprensible sobre los
temas en cuestión.
·
Ayudar a aumentar la transparencia y la rendición de
cuentas. La IA puede analizar grandes cantidades
de datos gubernamentales y presentarlos de manera clara y comprensible para los
ciudadanos. Además, identificar patrones y tendencias en los datos, lo que
puede ayudar a los ciudadanos a comprender mejor el funcionamiento del gobierno
y a tomar decisiones más informadas.
·
Se puede innovar en la forma en que se enseña la
educación cívica, haciéndola más interactiva, relevante y accesible para todos
los ciudadanos.
·
Se pueden explorar nuevos sistemas electorales que
promuevan una representación más justa y equilibrada.
·
Muy importante, implementar políticas basadas en
evidencia científica y datos, en lugar de ideologías o intereses particulares.
Esto requiere una mayor colaboración entre políticos, académicos y expertos en
diferentes campos. Por ejemplo, ¿las balanzas fiscales, aparentemente solidarias,
pero no equitativas y extractivas enriquecen o perjudican más que las
productivas?. Otro ejemplo, el análisis del costo oportunidad de invertir en un
sector, o necesidad frente a otro ("The Opportunity Cost of
Military Spending" de Neta C. Crawford). La IA puede ayudar a identificar los factores que
influyen en el desempeño económico, social y ambiental, así como predecir el
impacto de las políticas propuestas y evaluar su efectividad después de su
implementación. Interesante, pedir responsabilidades a nuestros políticos.
·
Implementar medidas para aumentar la transparencia en
el proceso político y combatir la corrupción. Con la creación de organismos
independientes de control. La tecnología IA
puede analizar los registros financieros del gobierno, detectar transacciones
sospechosas o irregulares, identificar conflictos de interés y a predecir el
riesgo de corrupción en diferentes áreas del gobierno.
·
Trabajar para hacer que la política sea más inclusiva
y representativa de la diversidad de la sociedad.
Así pues, la IA puede aportar beneficios
significativos a la democracia en varias áreas, incluyendo la toma de
decisiones informadas, la transparencia, la gestión basada en evidencia y la
prevención de la corrupción. Podría ser positivo para la democracia y la
empresa.
Ya hemos aprendido que la pólvora,
energía nuclear y todos los avances tecnológicos tienen dos caras. La IA en
manos de pseudodemocracias, democracias no consolidadas, o autoritarismos puede
ser la herramienta ideal del totalitarismo digital y político, es la cara del
diablo.
Vivimos tiempos increíbles, por los que
vale la pena seguir luchando.
*Tercera reflexión. ¿Estamos preparados?, creo que la
sociedad y las empresas sí. La política y la democracia le ha tocado la hora de
innovarse, si no les da miedo, la IA puede contribuir, haciéndolo bien.
La desafección que la ciudadanía en
general, y especialmente en democracias no totalmente consolidadas, manifiesta
frente a la política es una demostración de la necesidad de innovar. La
aversión se cristaliza, a veces, en votos radicales que prueban si será mejor
que lo que existe, pudiendo degradar verdaderos valores humanistas,
democráticos y de progreso.
Mucho trabajo por delante.
Quo vadis?, quo tendimus?
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