El concepto de consciencia es,
para mí, uno de los más sublimes que exhortan a la trascendencia del ser
humano, es la capacidad de ser menos esclavos del azar y dominar (desde las neurociencias) el cerebro reptil desde un córtex avanzado y maduro para ir tomando decisiones más responsables, por lo que la consciencia se basa en la capacidad creciente de entender, asimilar, y actuar en
consecuencia.
El maravilloso libro de Eudald Carbonell, “Ens farem més humans?”, hace un profundo debate de la consciencia
del individuo humano para desarrollar una auténtica consciencia de especie que
puede ser crítica para el futuro inmediato. Es una auténtica inspiración que me
invita a pensar en éstos términos para aplicarlos al líder, al manager, al
responsable de personas que con su trabajo afecta a la sociedad y tiene por tanto efectos en otros, y en el propio entorno.
La consciencia de líder empresarial, político o social, necesita entender que lo que dice y hace puede ser modelo para algunos (efecto Pigmaleon), que afectará a otros (efecto mariposa), por tanto tomar consciencia de que nacerán comportamientos que pueden crear o no, vínculos de colaboración y
aportación de valor para colaboradores, sociedad, y entorno. Finalmente
ser consecuente y actuar de verdad con y para las personas, sociedad y
medio-ambiente es el camino de la creación de una auténtica consciencia de
Líder.
Hay frecuentemente, muchos
directivos, políticos, jefes que se creen líderes, que actúan absolutamente
distantes de una auténtica consciencia de liderazgo, lejos de ser un líder sigma, con las competencias críticas de este rol. Son como esas
personas que actúan como crueles terroristas fanáticos que matan ilusiones, esperanzas y compromisos, casi como hienas.
Siempre ha sido así, los más violentos dominan fácilmente en entornos poco humanizados
con poca consciencia de especie evolucionada, por ello precisamos de entornos
con consciencia. Se necesitan líderes con consciencia de líder. En la época de crisis, reconocíamos que no hay valores, y efectivamente se ha actuado sin consciencia de nada. ¿Estamos avanzamos?.
Sólo pensemos en las caricaturas
del lobo de Wall Street, algunos se comportaron como hienas de la especulación, conocedores
de la creación de burbujas (financieras e inmobiliarias...), de fondos basura (Lehman Brothers), pero a pesar de ello sin entender, desde
luego sin asimilar, y mucho menos ni actuar con consciencia de líder sociales o económicos.
Bajemos el nivel del discurso,
jefes de todas partes, que no seleccionan el mejor talento, sólo el que pueden
dominar mejor, toman decisiones que primero les beneficia a ellos, como hienas, cierto que obtienen un beneficio inmediato, más control, más poder, ingresos, pero sin lugar a dudas sin entender los efectos a su alrededor, ni asimilar ningún aprendizaje, y menos con comportamientos de de líder. En estos personajes que se creen líderes no hay consciencia, son poco evolucionados pero pueden ejercer un retraso en una organización, conducirla por el camino de la insostenibilidad o simplemente creando una sociedad sin valores.
El avance de las democracias,
mediado por una imparable digitalización de la comunicación, está poniendo a debate todo ello
con distintas palabras, pero sólo hay que observar a los jóvenes (milleniums, einsteins...) no quieren jefes inútiles, políticos
sin vocación social ni responsabilidad de entorno. Cada vez evolucionamos hacia
una mayor consciencia de lo auténtico, así ocurrirá y está ocurriendo en algunas empresas que quieran ser sostenibles. Ya aparecen empresarios que quieren buenos resultados haciendo bien las cosas, incluso para el entorno.
En el mundo del trabajo ya hablamos en términos de felicidad del empleado (empoderamiento y confianza), humildad del
directivo (capacidad de pensar que no siempre tienes la razón), autocrítica como expresión de nuestras capacidades complejas y clave para tomar mejores decisiones, incluir la diversidad de conocimientos y experiencias todo ello en distintos grados, y es la prueba de que estamos evolucionando también en el management, yo
le diría al Profesor Eudald Carbonell que estamos avanzando, pero queda mucho
recorrido.
En realidad, cada uno, en su propio entorno, observa el nivel evolutivo de liderazgo y de consciencia de líder que tiene a su alrededor. Si somos nosotros los responsables, y queremos estar en el futuro, habrá que incluir la consciencia de líder en nuestras operaciones.
El mundo del negocio para ser
innovador y eficiente requiere gente comprometida, o se hundirá tarde o temprano,
así que emergerá el triunfo de lo más evolucionado, de los entornos que favorezcan la confianza y el compromiso, y se producirá como la
supremacía del Cromañon y la desaparición del Neandertal político o directivo.
Jóvenes o amigos de mente jóven!!!, adelante!!!, vuestro
talento es el futuro, vuestra honradez motor de la evolución de una consciencia nueva, la sana ambición de logro, el
entendimiento, vuestro esfuerzo y
compromiso será el comportamiento que consolida la auténtica consciencia de
líder y así todos favorecer entornos ricos en oportunidades.
Volando a 12586 metros sobre el
Atlántico
Eudald Parera