Exigencia y esfuerzo: Hay obras, productos, personajes, incluso empresas, que trascienden lo normal.
Estoy escuchando a Paul Bley, compositor y pianista inventor (junto a Bill Evans) del trío de piano (free) moderno, y su capacidad para que las teclas de su piano generen emoción es incuestionable, o leía éstos días algunas noticias de Pierre Boulez, compositor (Repons) y director con una capacidad extraordinaria para exigir y trabajar con el detalle. Destaco un comentario en La Vanguardia y el Diari Ara, de un alumno suyo que en un concierto se olvidó de un pizzicato, y aunque el maestro no detuvo la obra, al encontrarse con su alumno posteriormente le dijo: "me debes un pizzicato".
Observo con atención el surgimiento de empresas, empresarios que más allá de la RSC están de verdad, con un MoC alto, trabajando por su empresa e incorporándola en lo social, son los nuevos liderazgos responsables que agudizan el ingenio, trabajan con exigencia, innovación, detalle y ponen su esfuerzo para crear valor no sólo funcional por los buenos productos que aportan, sino porque crean debate social, son los líderes"game changers". Hay ejemplos preciosos como Dove con la fundación para la Autoestima, Escorxador de Girona con su integración y trabajo en la diversidad de sus empleados, al igual que los productos lácteos de la Fageda, y otros cada vez más frecuentes.
Interesante porque hacer bien las cosas como Boulez, hacerlas con calidad, sin olvidarse ni un pizzicato, con exigencia y por tanto con mucho esfuerzo dan resultados únicos, que pueden incluso crear valor diferencial y por tanto ser también parte del negocio.
Estamos empezando 2016, ¿será el principio de nuevos liderazgos responsables que busquen business y sepan al mismo tiempo aportar algo a la sociedad, mitigar y compensar los efectos sobre el medioambiente?. Todos cada vez más sensibles a todo ello. La sociedad avanza más deprisa que las políticas y los políticos. Son los trabajadores, directivos y sus empresarios que hacen y construyen una sociedad más avanzada.
Cada vez que construyamos algo, diseñemos un nuevo producto, pensemos cómo fabricarlo y cómo lo reciclaremos siguiendo la filosofía "Cradle to Cradle" de William McDonough, y además debe dar resultados en forma de margen, buscando la eficiencia que permita el avance de la empresa y su comunidad o sociedad en general. Exigencia y esfuerzo. Nada hay que recordar del mal que las armas producen no sólo porque matan y generan más maldad, sino porque consumen muchísimos recursos de la sociedad que son necesarios para otras acciones de más responsabilidad.
Parece difícil y así es, pero la clave es esfuerzo, pensar, discutir, apasionarse e innovar, y trabajar para que las 3 dimensiones económica, medioambiental y social puedan recibir valor de nuestras acciones y productos. Necesitamos nuevos líderes 3D y responsables, tanto en la esfera empresarial, social como política.
Feliz 2016,
Eudald Parera