Trabajar con sentido, misión. Emociones
¿Porqué las personas que trabajan por una misión trascendente tienen
más fuerza para luchar, incluso más allá de lo normal?, ¿Porqué cuando te motiva algo, te
mueves con fuerza? , ¿Qué ocurre cuando ves luz en lo que haces? .
¿Podemos trabajar con / por una misión?, o ¿es una utopía que no se puede
aplicar en el mundo del trabajo?, ¿Tiene sentido dar sentido al trabajo?, o es
mejor ¿ir haciendo sin pensar?, ¿Todos los trabajos pueden tener sentido?, ¿El dar
sentido que te ofrece, que te brinda?, ¿Qué cosas sientes si alineas hacer y
misión?.
Todas ellas son interrogantes clave para el Líder Sigma, el que quiere hacer de su management una transformación positiva para su negocio y sus colaboradores.
Cuando estás trabajando por algo que crees, te sientes retado,
interpelado al logro, quieres contribuir, sientes cosas que en un trabajo por
obligación no sientes. Es cómo encontrar motivación, razones y emociones en tu quehacer, y ello pone
pasión en tu compromiso.
Al trabajar, si creo que estoy en
la línea con mi misión, que estoy haciendo lo que creo que debo, me siento
fuerte, coherente, legítimo, transparente, surge y percibo la fuerza de la
unidad entre ti, tus cosas íntimas y tus acciones. Te sientes bien, puedes
incluso estar cansado pero con ganas de continuar. Me proporciona bienestar,
puedes sentirte más feliz. Seguro que siento armonía, el
bienestar de una lucha trascendente, que sirve, que contribuye.
¿De dónde sale toda esta energía?, ¿es sostenible?, ¿puede aplicarse
en el ámbito profesional?, ¿De qué emociones estamos hablando?.
En el universo de las emociones, estoy entre
alegre,
bien,
orgulloso,
mi autoestima está
reforzándose,
la voluntad se
robustece,
la inteligencia y
la conciencia críticas están en sintonía con mis cerebros, con el reptiliano, el más primitivo pues no siento miedo, puedo incluso sentir amor, el
límbico se emociona, puede dar y sentirse generoso se ve como dador, siente que
contribuye. El córtex ve cómo lo lógico se confunde con el sentimiento y éstos,
lógica y emoción reverberan como una onda que se sincroniza con otra y se
suman. La magia o conciencia crítica de las cosas bien hechas, con sentido, que sirven a los
demás, regala bienestar.
Tener misión, descubrirla,
dedicar un tiempo para definirla y diseccionar sus componentes permite dar
mejor enfoque en y a tu trabajo, en tu vida, a tu alrededor, pone foco y mejora
resultados, incluso te orienta y te permite mejor concentración. Cómo agarrarse
a una misión, y que ésta no esté equivocada, ni sea perversa o no contribuya a los
demás en su bienestar, en su progreso, en su sincero bien.
Dicen que el feedack es el alimento
de los campeones, creo que aquellos que contrastan, preguntan a los que piensan
siempre como ellos y a los que pueden discrepar puede reconducir sus ideas, su
posicionamiento, definir mejor su misión.
Todo ello, no sólo marca a fuego
a uno mismo, sino a los que tienen responsabilidad sobre los demás, pues si
sólo dan órdenes, si sólo instrucciones poco comprensibles el colaborador entra
en el sin sentido, sin misión, perdidos en el funcionamiento mecanicista del
“tengo que”, olvidando el “quiero lograr”.
Si trabajo por una misión,
entiendo el por qué lo estamos haciendo,
y soy consecuente con ella, me
veo, me siento …
Bien
Realizado
Sincero
Coherente
Con todas las
energías, no las disipo entre otras mezquindades
Cumplo y me
siento excitado por lograr
Con determinación
Competente
Vivo alive
Activo pro-activo
Superior a mi
mismo, supero mis hándicaps
Mi misión apoyar el desarrollo del talento de la gente. Dar ideas,
estimular, motivar, formar, abrir dimensiones, desarrollar esperanzas, ... cuando pienso en ello y me oriento a realizarlo me siento fuerte.
Qué extraordinario, si tu propia misión y la de tu empresa encuentran solapamientos, misiones compartidas.
Está claro que cuando hablamos de talento y su puesto de trabajo, de alguna manera estamos planteando la búsqueda de sinergias entre mis capacidades y mis funciones, más aún lo que me mueve y lo que tengo como función.
Qué extraordinario, si tu propia misión y la de tu empresa encuentran solapamientos, misiones compartidas.
Está claro que cuando hablamos de talento y su puesto de trabajo, de alguna manera estamos planteando la búsqueda de sinergias entre mis capacidades y mis funciones, más aún lo que me mueve y lo que tengo como función.
Terrible el que vive con miedos,
que piensa y tiene que actuar de otra manera que no sea su destino, su sentido, porque se produce una lesión en si
mismo, en su autoestima y arrastra la voluntad, la inteligencia y sus
motivaciones hacia la nada, genera una tensión que le agobia, le angustia, le
produce oscuridad, ganas de esconderse, de tomar alcohol, de buscar la hedonia
por doquier, cae en adicciones pues su voluntad está perdida, no puede notar la
adrenalina de la lucha con sentido. Muchos viven así.
Peor son los que construyen
artefactos para explicar a los demás y a su córtex que lo están haciendo porque
es lo que hay que hacer, porque todos lo hacen, porque gana algo en el corto y
se olvida de la realidad, pierde y acepta perder la realidad, encuentra
justificaciones, el córtex le prepara estrategias incluso de apariencia lógica
pero es todo una perversidad frente a los demás, los demás lo pueden ver, y sin
embargo la víctima del sin sentido puede caer en la espiral de la oscuridad.
Dónde están muchos políticos,
muchos dirigentes, muchas personas perdidas en el "tengo que" para sobrevivir,
tengo que mentir para lograr ese fin que justifica el camino, cuando es el
camino lo que tiene sentido, pues el fin no lo conoces con certeza, sólo tu
sentido, lo que da sentido a tu vida.