27.1.21

Detrás de la SOSTENIBILIDAD (I)


Detrás de la SOSTENIBILIDAD (medioambiente), de la auténtica sostenibilidad hay una cultura con determinados #valores

Ya somos muchos los sensibles, o más o menos implicados en cuidar la naturaleza y mantener, en lo posible, los equilibrios de la vida.

En realidad, se ha puesto de moda. Incluso es mal visto si alguien se expresa sin cuidado en este tema. Sólo algunos "neandertales" desprecian los Acuerdos de Paris, o menosprecian los discursos de Greta Thumberg, pero la verdad suele ser más cruel.

Los bosques, las playas, ciudades, siguen estando sucias, tras un fin de semana los desperdicios están allí. Nuestros autobuses, motos, industrias siguen evolucionando lentamente. ¿Qué pasa? ¿Qué nos sucede que decimos una cosa y hacemos otra? ¿Es sólo una moda ser sostenible? ¿Empieza a interesar las renovables, sólo por,...?

Afortunadamente, empieza a ser imprescindible ser sostenibles y enorgullece (queda bien) explicar los premios y certificados a los clientes y sociedad en general. Pero no es suficiente, no basta que los grandes intereses vean una nueva riqueza en lo renovable, no son suficientes los certificados, ni tan siquiera los miedos son suficientes.

Lo que si considero clave, es que la sociedad se desarrolle en los #valores que hacen de nuestras conductas seres humanos conscientes, con un futuro con sentido y en definitiva sostenibles.

Detrás de la SOSTENIBILIDAD, la auténtica (no la de quedar bien), hay respeto por la naturaleza y las personas (#empatía), y consideración por todos (#generosidad). Hay ilusión y curiosidad por aprender (#learnability) lo que la naturaleza nos enseña (mucho por estudiar todavía). Entender la naturaleza y amarla es pura #espiritualidad y tener todo esto en cuenta y pensar en lo que nos conviene de verdad es #pensamientocrítico. Los nuevos líderes (liderazgo consciente) deben integrar todos estos valores, sino, son simplemente gestores de intereses a corto plazo, estrategas de hoja de cálculo, no constructores de empresas con vocación de hacer sociedad. 

Pero, ... ¿Qué enseñamos en algunas Business Schools ("show me the money" y basta)?, ¿Qué valoramos?... en los entornos familiares y sociales ("fulanito gana más" [haciendo lo que sea], aunque lo que sea no sea sostenible).

Concluyendo, son los #valores que empapan la cultura de una sociedad los que determinan conductas auténticas, son las creencias que nos permiten avanzar (o no) como sociedad o simplemente especie humana, humana.

Por todo ello, pongo en relieve y a debate los #valores para el próximo sXXI en EL MANIFIESTO DE LOS 8 APRENDIZAJES

Son estos valores los que nos permitirán ser sostenibles, no sólo en los temas medioambientales, sino sociales, económicos. 

La SOSTENIBILIDAD (ver Acuerdos de la ONU) no es sólo MEDIOAMBIENTAL, es SOCIAL, ECONÓMICA, POLÍTICA. 

La SOSTENIBILIDAAD tiene sentido en su multidimensionalidad. O, ¿acaso nos olvidaremos de que el 25% de la población viven con menos de 3€, que un tercio de la población no tiene ni letrinas, un 1% del mundo no tiene agua potable, o el 16% de los niñ@s no tienen colegio?

Es trascendente formar en valores en las organizaciones, en la sociedad, en las escuelas. o lo contrario es moda e insostenibilidad.


Eudald Parera Riera, enero, 2021


18.1.21

LOS VALORES, EPIGENÉTICA DEL TEMPERAMENTO, CLAVES DE NUESTRA PERSONALIDAD, GARANTÍA DE UN FUTURO CON SENTIDO

 


 LOS VALORES, GARANTÍA DE UN FUTURO CON SENTIDO

Todo el mundo habla de valores, en reuniones de amigos, familia, líderes de la educación, en muchas organizaciones tienen definidos sus valores corporativos, en la sociedad en general se citan los valores, frecuentemente como referentes, como atributos valiosos, virtudes de la personalidad y la conducta.

Algunos filósofos, sin embargo, defienden que cada cual tiene sus valores, y la vida me ha enseñado que efectivamente muchas personas, incluso organizaciones y sociedades tienen sus formas de hacer y sus conductas, no siempre virtuosas, no siempre ejemplares. Como consecuencia no todas las conductas dan los mismos resultados. En términos de desarrollo profesional, hablamos de las competencias como aquellas conductas habituales que te proporcionan mejores resultados y éxito. 

Todos pretendemos formarnos para lograr ser competentes en esas competencias de éxito.

Dicho todo esto, es como que las conductas ejemplares, podríamos llamarlas virtudes, procedieran de valores, no de cualquier valor, sino de valores humanos significativos, valiosos o virtuosos, de los valores que crean referentes. Gandhi lo expresaba como “cuida tus pensamientos porque serán tus conductas, y estas tu destino

Me gustaría poner un ejemplo basado en la genética y la epigenética. La genética es el ADN, y la epigenética es la expresión de ese ADN. Se explica la epigenética como el intermediario entre lo inamovible del ADN, y el ambiente. Hoy ya sabemos que las proteínas, las características del individuo, sus enfermedades no son sólo la expresión directa de su genética, sino la traducción y expresión epigenética. Es la epigenética la que expresará los atributos del individuo. Estas ideas hacen pensar, por similitud, que los valores son la epigenética de nuestro temperamento, son las claves de nuestro carácter y personalidad, son las conductas y por ende las bases de nuestras competencias y seguramente nuestro destino y el de la sociedad entera.

Visto así, se entiende que todos hablemos de valores, como algo a cuidar, a desarrollar y potenciar, pues conducen a los comportamientos eficientes y virtuosos que determinan el futuro.

Son muchas las personas que muestran conductas y valores ejemplares, pero también es verdad que una buena parte de la sociedad en general, no expresa los valores referentes que quisiéramos. Vemos empresas con los valores escritos en sus paredes que nadie cree, oímos a gente que deberían ser ejemplo para todos pero no tienen valores, no expresan las conductas para construir una sociedad mejor.

Es como, volviendo a los conceptos genéticos, las conductas de algunas partes de la sociedad expresan una clínica enfermiza, una epigenética deformada, una pandemia de falsedades y faltas de valor.

Para más inri, políticos, directivos, gobernantes, muchos en el poder, en muchos casos son los que peor expresan los atributos de un liderazgo responsable, en realidad, sus valores están deteriorados, su epigenética solo expresa una clínica de mal pronóstico. No es sólo el Covid-19, es una sociedad que requiere de vacunas.

2021, es tiempo de salud, tiempo para vacunarse, reiniciar sociedades, hábitos y conductas, y para ello necesitamos replantear la autenticidad de nuestros valores, de los valores humanos, no olvides de restaurarlos por parte de todos. ¿Cuánto se invierte en educación en valores?

Es mi propuesta en El Manifiesto de los 8 Aprendizajes, 8 valores que nos proporcionan los aprendizajes para robustecer los valores referentes para una sociedad, digna, sostenible y con sentido. Estos 8 son semilla de otros muchos hábitos que nos permitirán construir una sociedad, sin duda tecnológica, pero sobre todo humana.

7.1.21

EN TIERRA FÉRTIL CRECE LA SEMILLA

 


EN TIERRA FÉRTIL CRECE LA SEMILLA, 
EN ZONA DESÉRTICA ES MUY DIFÍCIL


Hace dos años, un amigo me explicó una sutil experiencia personal que le impactó. Estaba en la conferencia y entrega de certificados de final de Máster en una Business School importante de Europa, y en la conferencia se explicaba el avance de China en todos los frentes, aspecto que quedaba bien ilustrado con los datos, pero al final el planteamiento parecía que mostraba una cierta benevolencia con el sistema de autocracia y dictadura chinos, como si sólo con la imposición se pudieran lograr los objetivos que los business exigen hoy en día. Mi amigo fue directo a su CEO, también presente, al que le comentó que este final cedía ante los valores de los liderazgos conscientes y responsables, frente a lo cual le respondió que quizá era un tema de tendencia y que es hacia dónde se dirige el mundo, sin más matices. Sin criticar al conferenciante, ni al CEO, mi amigo quedó un poco trastocado, como si su escala de principios hubiera sido removido y disuelto. ¿Mucho por repensar, sobre todo en valores?

Hoy, 6 de enero de 2021, el Capitolio de Whashington es invadido por las ordas trumpistas que parecen no respetar los resultados electorales, como si valiera todo, la cuestión es ganar el poder y usarlo. Las personas que siguen a Trump, lo siguen porque los mensajes son cautivadores para ellos, habrá que re-analizar que dice Trump (otra cosa es que hace), en twitter, en la TV, las falsedades son institucionalizadas como si fuera lo normal, como si apeteciera oír cualquier cosa, aunque sea mentira. ¿Mucho por analizar, dónde está nuestro pensamiento crítico?

Leer a Harari, y te das cuenta que la tecnología podría ser buena para los que puedan pagarla y tengan el poder, pero muy mala o malísima para los esclavos (trabajadores y sociedad en general) que deban obedecer. Hay que ¿repensar el uso de los avances, estamos preparados, invertimos en nuestra learnability?

En China acaba de desaparecer el CEO de ALiBABA, junto con 50 críticos políticos más, en Rusia ya vemos que la oligarquía y el poder político se perpetúan como viejos emperadores en su trono de oro, y así en muchos lugares de nuestro planeta. ¿Es respetuoso y ético, es lo que queremos?

Otro hecho que nadie puede negarme es que vivimos en los fakenews institucionalizados perpetuamente, nadie cree en nadie, es más hay políticos que su principal política es falsear, manipular o jugar con la primera frase que se les ocurre para dañar al otro, no para construir nada. ¿Cómo defender la verdad, o la mejor verdad? ¿Cómo garantizar democracias dignas y no votar a manipuladores que pudieran ser auténticos psicópatas? Quizá cuidando el critical thinking?

Resumiendo, fakenews, autoritarismos políticos, dirigentes empresariales que aceptan las tendencias, aunque estas sean contrarias al progreso humano verdadero, basado en la libertad, la democracia y el respeto a las personas. Estrategias (no forzosamente las mejores) que por repetirlas se convierten en ley que juegan a ser verdades, o que sólo responden al “show me the money”. Desaparecidos, encarcelados, exiliados los que dicen lo contrario que el stablishment. ¿Hacia dónde vamos?

Una frase atribuida a Aristóteles que decía: “qué fácil es mandar a esclavos, qué difícil es dirigir a personas libres”, me hace pensar que los que tienen el poder lo usan para ir por el camino de lo fácil.

El siglo XXI, es la etapa de la humanidad en la que el 5G proporcionará información de todas las personas, cosas, movimientos y nos conectará y permitirá automatizaciones inimaginables, la IA proporcionará soluciones rápidas y más variadas de las que podamos construir en poco tiempo, el Big Data lo contendrá todo (¿las mentiras o las verdades?). Es un siglo apasionante, me apasiona vivirlo y, sin embargo, grito por recordar que lo más apasionante, no son esos juguetes, sino que lo que de verdad vale la pena son las personas, y eso significa respeto, libertad, democracia, creatividad, pensamiento crítico y libre, ética, respeto por las espiritualidades de cada uno, generosidad, empatía. A todo ello respondo en mi libro “El Manifiesto de los 8 Aprendizajes

Seguro que mi visión no es perfecta, pero sí veo con absoluta claridad que la sociedad de este siglo tiene que trabajar por los valores humanos, con toda la tecnología posible claro que sí, pero sobre todo educando a líderes, estudiantes, votantes, educando a la sociedad, (educar es enseñar a pensar no adoctrinar) a los dirigentes para que la manipulación no sea el pan de cada día. Y tengo también la esperanza puesta en las empresas, que, dirigidas por líderes con propósito, con valores, que trabajen para dar resultados económicos, pero también y al mismo tiempo sostenibles para el medioambiente y la sociedad. Todo ello precisa de entornos políticos, instituciones que sean robustas para dar servicio, no para para extraer riqueza sino para generarla o apoyar su generación.

En tierra fértil crece la semilla, en zona desértica es muy difícil, sólo la educación puede enriquecer el entorno y permitir la semilla del futuro tal y como la soñamos, es cierto que "la educación no cambia al mundo, pero sí a las personas que cambiarán el mundo" (P. Freire), así que nada es fácil, ni rápido.

 ¿Cómo avanzar?  Con valores y coraje.

Suerte, nuestro descendientes dependen de ello ¡!!!!

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