18.1.21

LOS VALORES, EPIGENÉTICA DEL TEMPERAMENTO, CLAVES DE NUESTRA PERSONALIDAD, GARANTÍA DE UN FUTURO CON SENTIDO

 


 LOS VALORES, GARANTÍA DE UN FUTURO CON SENTIDO

Todo el mundo habla de valores, en reuniones de amigos, familia, líderes de la educación, en muchas organizaciones tienen definidos sus valores corporativos, en la sociedad en general se citan los valores, frecuentemente como referentes, como atributos valiosos, virtudes de la personalidad y la conducta.

Algunos filósofos, sin embargo, defienden que cada cual tiene sus valores, y la vida me ha enseñado que efectivamente muchas personas, incluso organizaciones y sociedades tienen sus formas de hacer y sus conductas, no siempre virtuosas, no siempre ejemplares. Como consecuencia no todas las conductas dan los mismos resultados. En términos de desarrollo profesional, hablamos de las competencias como aquellas conductas habituales que te proporcionan mejores resultados y éxito. 

Todos pretendemos formarnos para lograr ser competentes en esas competencias de éxito.

Dicho todo esto, es como que las conductas ejemplares, podríamos llamarlas virtudes, procedieran de valores, no de cualquier valor, sino de valores humanos significativos, valiosos o virtuosos, de los valores que crean referentes. Gandhi lo expresaba como “cuida tus pensamientos porque serán tus conductas, y estas tu destino

Me gustaría poner un ejemplo basado en la genética y la epigenética. La genética es el ADN, y la epigenética es la expresión de ese ADN. Se explica la epigenética como el intermediario entre lo inamovible del ADN, y el ambiente. Hoy ya sabemos que las proteínas, las características del individuo, sus enfermedades no son sólo la expresión directa de su genética, sino la traducción y expresión epigenética. Es la epigenética la que expresará los atributos del individuo. Estas ideas hacen pensar, por similitud, que los valores son la epigenética de nuestro temperamento, son las claves de nuestro carácter y personalidad, son las conductas y por ende las bases de nuestras competencias y seguramente nuestro destino y el de la sociedad entera.

Visto así, se entiende que todos hablemos de valores, como algo a cuidar, a desarrollar y potenciar, pues conducen a los comportamientos eficientes y virtuosos que determinan el futuro.

Son muchas las personas que muestran conductas y valores ejemplares, pero también es verdad que una buena parte de la sociedad en general, no expresa los valores referentes que quisiéramos. Vemos empresas con los valores escritos en sus paredes que nadie cree, oímos a gente que deberían ser ejemplo para todos pero no tienen valores, no expresan las conductas para construir una sociedad mejor.

Es como, volviendo a los conceptos genéticos, las conductas de algunas partes de la sociedad expresan una clínica enfermiza, una epigenética deformada, una pandemia de falsedades y faltas de valor.

Para más inri, políticos, directivos, gobernantes, muchos en el poder, en muchos casos son los que peor expresan los atributos de un liderazgo responsable, en realidad, sus valores están deteriorados, su epigenética solo expresa una clínica de mal pronóstico. No es sólo el Covid-19, es una sociedad que requiere de vacunas.

2021, es tiempo de salud, tiempo para vacunarse, reiniciar sociedades, hábitos y conductas, y para ello necesitamos replantear la autenticidad de nuestros valores, de los valores humanos, no olvides de restaurarlos por parte de todos. ¿Cuánto se invierte en educación en valores?

Es mi propuesta en El Manifiesto de los 8 Aprendizajes, 8 valores que nos proporcionan los aprendizajes para robustecer los valores referentes para una sociedad, digna, sostenible y con sentido. Estos 8 son semilla de otros muchos hábitos que nos permitirán construir una sociedad, sin duda tecnológica, pero sobre todo humana.

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